Lejos de ser una práctica extraordinaria, criar canarios en casa es mucho más habitual de lo que parece por que es algo muy bonito. Se trata de una auténtica experiencia para los amantes de estas aves, que se han ganado con los años de convivencia con el hombre un lugar privilegiado en los hogares por méritos propios.
Coloridos, alegres y de cuidados sencillos, los canarios son un pájaro excepcional y especialmente indicado para iniciar a los pequeños de la casa en el cuidado de las aves. Una bonita responsabilidad que, además, puede familiarizar a los niños con la increíble magia de la naturaleza compartiendo la experiencia de ver nacer a nuevos polluelos.
Así, descubramos de una manera básica cómo criar canarios.
CINCO ASPECTOS FUNDAMENTALES PARA CRIAR CANARIOS
Es importante saber que criar canarios no conlleva una gran inversión económica ni tan siquiera mucho esfuerzo. Tan solo será necesario que dediquemos algo de tiempo y cariño para apoyar a nuestros pájaros en este momento de su ciclo vital.
Además, involucrar a los niños (a partir de 10 años) en ello puede ser una tarea altamente didáctica y una forma perfecta de educar en el respeto animal.
1. Acondicionar la jaula para criar canarios
El punto de partida, su hábitat doméstico. Un entorno fundamental para que los canarios se encuentren en las condiciones necesarias para criar siempre y cuando contemplemos algunos detalles. Por un lado, es importante tener en cuenta elegir correctamente la jaula o, más bien, su tamaño (que no tendrá que ser ni excesivamente grande para la pareja de canarios ni demasiado pequeña). Así, lo ideal es que optemos por una jaula de entre los 60 centímetros y el metro como máximo.
Aparte de disponer que la jaula y todos sus accesorios estén en las mejores condiciones de higiene (para ello, lo ideal es utilizar un producto desinfectante específico como este) tendremos que emplazarla en un lugar tranquilo y alejado del paso de cualquier elemento que pueda estresarles, algo que puede aplicarse tanto a las personas como a los animales.
Y con la jaula preparada para criar canarios, tan solo queda por ayudarles con un último elemento: el nido para criar. Es algo fundamental y que debemos elegir cuidadosamente (mejor nidos abiertos, para poder revisar los huevos); además de facilitarles a nuestros canarios con qué acabar de mullirlo para que sea un lugar cálido y confortable para esperar a los futuros polluelos.
Elegir cuidadosamente el nido es clave para facilitar la cría de canarios.
2. La alimentación, clave para la cría de canarios
Durante la época de cría, tendremos que ir un paso más allá en la alimentación de los canarios. Si durante todo el año les suministramos alpiste como base de su dieta, mientras estén criando tendremos que ayudarles a estar en plena forma añadiendo alguna mixtura específica de cría (ricas en grasa) un par de veces por semana, así como vegetales y hortalizas durante dos días más. Por otro lado, para ayudar a los canarios a criar correctamente empezaremos a suministrarles pasta de cría. Esta es una forma de que comiencen a familiarizarse con lo que será, después, el alimento de sus polluelos.
Por último y sobre todo en esta época, es importante que nuestros canarios tengan disponible constantemente una jibia en su jaula. De esta manera, estaremos facilitándoles una fuente de calcio, algo que les hará falta, sobre todo para la puesta de huevos.
3. Preparar a los canarios para la cría
Para criar canarios en su época correcta de celo, lo ideal es presentar la pareja desde comienzos de primavera. Es importante saber que la cantidad de luz es un factor clave en el cortejo del canario (la luminosidad incide de manera directa en el celo) y casi tan importante como seguir fielmente los pasos que marcan tanto el cortejo como el éxito de la puesta.
Así, tendremos que comenzar por presentar a hembra y macho. Algo para lo que utilizaremos un separador específico en la jaula (separador opaco), para que permanezcan de manera independiente hasta que veamos indicios de cortejo. Una de esas pistas será ver que hembra y macho comienzan a “besarse” con los picos, una señal de que ha llegado el momento de quitar el separador.
Es importante vigilar el comportamiento del macho por si se torna agresivo y comienza a picotear a la hembra. En caso de que así sea, volveremos a colocar el separador y retomaremos el intento transcurridas un par de horas.
4. La puesta de huevos
En este paso del proceso, será necesaria nuestra participación. Las hembras de canario no ponen todos los huevos al mismo tiempo, por lo que los tiempos de incubación son distintos y, con los huevos eclosionados, puede ser un conflicto.
Con vistas a evitar esto y ayudar a que críe correctamente a todos los pollos, lo ideal es que sustituyamos cada huevo puesto por un huevo plástico para que, una vez finalice de ponerlos todos (el número de huevos oscila entre tres y ocho, aunque lo habitual son cuatro) volvamos a reemplazar los huevos reales por los ficticios para que pueda empollarlos al mismo tiempo. Durante el tiempo que estén fuera del nido original, lo ideal es conservar los huevos fecundados en un recipiente con alpiste para que estén sobre una superficie mullida y girarlos una vez al día.
Con los huevos reales en el nido, tendremos que revisar si todos están fecundados teniendo especial cuidado al manipularlos (lo más recomendable: hacerlo con guantes para evitar que nuestro olor pueda hacer que la hembra los rechace). Entre cinco y ocho días después del comienzo de la incubación podremos mirar a trasluz y comprobar si contienen un embrión y así ver si es necesario retirar del nido aquellos que no contengan vida.
Además, será importante separar al macho de la hembra y sus huevos para que pueda incubar con tranquilidad (evitando cualquier ataque del macho hacia ella e, incluso, hacia los propios huevos y posteriores polluelos).
5. El cuidado de las crías de canario
Tras 14 días, nacerán los polluelos. Unos que, además de ser ciegos y carecer de plumas, necesitarán los mimados cuidados de sus padres. Y, aunque está claro que su labor es única, podremos colaborar facilitándole en todo momento agua fresca y comida con alto contenido en semillas y vitaminas además de la pasta de cría de la que hablábamos antes.
Además, será recomendable suministrarle a la madre fruta fresca, hortalizas y verduras(especialmente brócoli, que es ideal para ayudar en la ceba).
Y, con estos cuidados de alimentación, en apenas tres semanas nuestros polluelos estarán listos para comenzar a valerse por sí mismos. Un cambio que podremos vivir día tras día, viendo cómo completan su plumaje y comienzan a abandonar el nido.
Una experiencia, el verles nacer y crecer, que merece la pena vivir. ¿Te animas?